Logo

Logo

jueves, 30 de abril de 2015

CREACIÓN DE UN DRENAJE

En el mundo de la jardinería muchas veces surgen problemas por la escasez o la abundancia de agua. En la zona en que nos movemos, Asturias, son más frecuentes los  problemas provocados por encharcamientos que los derivados de las sequías.

Aún así, hay meses en verano en que la sequía puede acabar con un jardín incluso en Asturias. Sobre todo es el césped el que más sufre las consecuencias puesto que los árboles y arbustos profundizan más con las raíces por lo que tienen a sus disposición reservas de agua más profundas.

De todos modos, un golpe de calor combinado con la ausencia de humedad edáfica suficiente puede hacer que perdamos un gran número de plantas en nuestro jardín.

Esto se combate con la instalación de riegos automáticos, de los que hablaremos más adelante y detallaremos los pasos necesarios para su instalación.

En esta entrada del blog nos vamos a enfrentar con el problema de exceso de humedad edáfica: los encharcamientos.

En el Colegio de Pola de Somiedo existe una zona que por un conjunto de factores (textura del suelo, estructura, nivel del terreno más bajo, etc...), presenta un grave problema de encharcamiento.

Si ese problema fuese contínuo, en toda la parcela, requeriría soluciones costosas, complicadas, y que probablemente obligasen a efectuar grandes movimientos de tierras para cambiar su estructura, añadiendo partes más arenosas. Este caso ocurre frecuentemente en los campos de fútbol.

Al ser el nuestro un caso puntual, en una zona de nivel más bajo que las colindantes, hemos optado por instalar un drejane.

La situación inicial es esta:


 En primer lugar tenemos que abrir una zanja, de unos 50 cm de profundidad (dependiendo siempre del diámetro del tubo dren que queramos colocar), y que cubra uniformemente la zona que pretendemos drenar y conduzca el agua a una salida en un punto más bajo. Para ello nos ayudamos de un nivel y estacas en la fase de excavación de las zanjas.


Una vez efectuada la zanja, colocamos una cama de arena fina de unos 5 cm. Es importante eliminar primero todas las piedras u objetos que puedan causar la rotura del tubo.

Después colocamos el tubo, teniendo la precaución de asegurarnos que el agua corre por él, es decir, que hemos hecho las zanjas con las pedientes correctas.


Por último cubrimos los tubos de drenaje, o tubos "dren" con una mezcla de la misma arena que hemos usado para la cama del tubo y grava de tamaño medio.

Los últimos 5-10 cm se cubren con tierra vegetal.


Al final de todo, y para mejorar la textura del terreno, hemos esparcido una capa de arena fina para que vaya penetrando en el perfil. En primavera prepararemos el terreno para la siembra de césped, y confiamos en haber eliminado el problema de encharcamientos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario