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lunes, 25 de mayo de 2015

Jardín del Ecomuseo de Caunedo (5)

La última parte en la creación del jardín, consiste en plantar las herbáceas, árboles y arbustos en sus respectivas ubicaciones. Una vez hecho esto, se puede colocar la tubería de riego por goteo, y posteriormente añadir la grava y la corteza de pino decorativas.

En primer lugar se distribuyen las plantas en sus distintas ubicaciones, sin sacar de la maceta.


Para la ubicación de las plantas del seto (Spiraea japonica) es importante medir la distancia entre ellas con una cinta métrica, para que la distribución sea uniforme.


Para la plantación de especies de gran tamaño, en este caso Acer japonicum en la isleta central, es necesario retirar parcialmente la malla antihierbas, y después colocarla con cuidado alrededor del tronco.


Una vez realizada la plantación es el momento de colocar la tubería de riego por goteo en los parterres, que se irá adaptando a la distribución de las plantas.



Por último se cubre la tubería y la malla anti-hierbas con el relleno escogido. Pueden ser piedras, grava, cristales de colores, pizarras, trozos de ladrillos, etc.. En este caso optamos por la corteza de pino de tamaño pequeño.


La corteza de pino se extiende uniformemente con un rastrillo:


En el otro parterre se optó por la grava volcánica en lugar de la corteza de pino. El método de colocación es similar.


Además creamos una pequeña zona de juegos con tres troncos, dos a modo de banquetas y uno central con un tablero de ajedrez/damas.

Aquí podemos ver cual es el resultado una vez colocado entre las jardineras con lavandas.
 

También añadimos elementos no vegetales a los parterres, como troncos y piedras de distintos tamaños, que además de decorar, sirven de "relleno" a los parterres hasta que las plantas, de pequeño tamaño, crezcan lo suficiente para rellenar los parterres.



 Y ya por último sólo queda colocar los bancos, mesas, y el cambio de grifo en la fuente por uno más decorativo.




En cuanto crezca el césped en las calvas creadas por la obra, pondremos fotos del resultado final.

¡Esperamos que os guste!

Jardín del Ecomuseo de Caunedo (4)

A continuación vamos a colgar algunas fotos sobre las distintas técnicas de colocación de piedra empleadas en el jardín.

Con el objetivo de que los alumnos/trabajadores se familiarizasen con distintas técnicas constructivas y acabados estéticos, se optó por colocar la piedra en isletas y parterres de tres maneras distintas.

En el muro del parterre grande se optó por un muro de mampostería regular, con la piedra rejuntada con mortero y acabado plano en la zona superior.


Para las jardineras laterales se optó por la colocación de piedra de forma irregular, obteniendo un acabado totalmente distinto al anterior.


Por último la piedra en la isleta central se colocó prácticamente sin enterrar, aprovechando la pendiente del parterre, y rejunteando las piedras con arena. En este caso se obtiene un acabado más "natural".



 En cuanto al parterre longitudinal que ocupa la parte oeste del jardín, entre el acceso y la fuente, se optó por crear un cerramiento de traviesas de tren recuperadas. En primer lugar se extendió la malla antihierbas, que en este caso será contínua entre el camino de acceso a la fuente y el parterre, y después se colocaron las traviesas, cortándolas a la medida deseada.



 Aunque el camino tiene forma serpenteante, es importante mantener un ancho mínimo del camino, midiendo la distancia entre el muro de cierre y las traviesas y entre este y el cierre de camino.




Una vez colocada la tubería de riego, se tapan las zanjas con tierra seleccionada (quitar previamente las piedras) con la precaución de dejar al descubierto los entonques entre tuberías, puesto que podría producirse alguna fuga en estos puntos, y conviene probar la instalación primero, y si todo funciona bien, se tapa.

 Aquí podemos ver el detalle de uno de los difusores de riego, enterrados, y que emergen con la presión del agua cuando está funcionando el riego.



Uno de los últimos trabajos en la instalación del riego consiste en lucir la arqueta con mortero para que presente un buen acabado.



Aquí podemos ver cómo queda la parcela una vez tapada la instalación del riego.




Con esto finalizamos la parte de obra civil, ya sólo queda resembrar el césped en las numerosas zonas en que se ha degradado a causa de las obras y colocar las plantas, lo que veremos en la siguiente entrega del blog.

martes, 19 de mayo de 2015

Jardín del Ecomuseo de Caunedo (3)


Empezamos a instalar la tubería de riego automático. Para ello lo primero que debemos hacer es replantearla sobre el terreno. Para no llenarlo todo de estacas que estorbarían al cavar, lo mejor es emplear un spray marcador. En distancias tan cortas se puede hacer la línea según los planos tomando un par de referencias, puesto que no es necesario que la tubería vaya completamente recta. Si se requiere mayor precisión, hay que tirar de estacas y cuerda, marcando con spray la zona que señala la cuerda.


 Una vez marcado con spray el trazado, lo ideal es hacer unos cortes en la capa de hierba con la azada adecuada. Dado el tamaño de la tubería, en nuestro caso, con una separación de unos 10 cm. es suficiente.



El siguiente paso consiste en quitar con una azada o un palote la tierra vegetal, hasta una profundidad de unos 15 cm.

Hay zonas en las que la tubería va por debajo del parterre, en esas zonas no es necesario hacer el corte en la tierra, basta con hacer una zanja a esa profundidad.


Es importante contar con un plano de instalaciones existentes, para no encontrarnos con sorpresas al cavar. Conducciones agua, electricidad, gas, etc que nos pueden dar problemas en caso de encuentros inesperados.

En nuestro caso no contábamos con dicho plano de instalaciones, por lo que para encontrar la tubería de suministro de agua tuvimos que cavar con cuidado en el punto de la parcela más proximo a la entrada "visible" de agua. En dicho punto teníamos replanteada la arqueta, sin embargo, nos encontramos también con la tubería colectora de aguas residuales, lo que nos obligó a mover medio metro la arqueta desde su ubicación en el plano.

En la foto podemos la excavación para la arqueta y el tubo colector.

Una vez excavadas todas las zanjas para las conducciones de agua de riego, se eliminan todas las piedras del fondo de zanja, y se rellenan unos 5 cm. aproximadamente con arena fina, con el objeto de que haga de cama para la tubería y la proteja de roces con piedras que provoquen roturas.



Al final toda la superficie de la parcela queda llena de zanjas, por lo que es importante tener siempre presente los planos para asegurar los cruces y qué tipo de tubería va en cada lugar.


Lo siguiente que hicimos fue el relleno de los caminos del jardín. Los materiales más empleados son hormigón, grava, o piedra. En nuestro caso optamos por la grava dada la facilidad de colocación, su escaso mantenimiento y su coste. Además, aprovechando que se estaban efectuando labores de asfaltado en la carretera de Pola de Somiedo, aprovechamos la grava procedente del fresado de las zonas dañadas, que es un excelente material, lo teníamos a mano, estéticamente es aceptable, contribuimos al reciclaje de residuos, y además es gratuito.

Con carretillos lo fuimos transportando y extendiendo por los caminos, teniendo la precaución de dejar el material unos 4 cm por encima del terreno ya que al compactarlo se pierde volumen, y lo que nos interesa es que quede a ras de terreno.




Este es el aspecto que presentaba el jardín con el relleno de los caminos  ya realizado. Como se ve, ya va cogiendo forma.


 Por último con una bandeja vibradora, que es una máquina muy útil para compactar el terreno en casos como este, sobre todo por su facilidad de transporte, se pasa reiteradas veces por todos los caminos.




En algunas zonas es necesario aportar más material, y en otras retirarlo. Vamos repitiendo la operación hasta que todos los caminos queden con el nivel y el grado de compactación deseado.


miércoles, 13 de mayo de 2015

Jardín del Ecomuseo de Caunedo (2)


Lo primero que hay que hacer cuando se comienza cualquier proyecto, es el replanteo de este. En nuestro caso, comenzamos con las jardineras, la isleta central y los caminos. Para ello empleamos parte de las ramas que obtuvimos de la poda realizada en la Casa del Maestro, y así reciclamos y ahorramos material. Las estacas de topografía las dejamos para zonas que requieren de mayor precisión.


A continuación retiramos la capa de tierra vegetal, unos 5-10 cm. Esa tierra vegetal la fuimos aprovechando para rellenar jardineras y parterres.





Como sistema de contención de tierras en el parterre de mayor tamaño, decidimos hacer un muro de piedra. La piedra la obtuvimos de los alrededores, en su mayor parte de pequeños argayos que caen a la carretera.

Aquí podemos ver a uno de los alumnos/trabajadores haciendo la masa de mortero para sujetar las piedras:




Para obtener un buen acabado en el muro, es importante eliminar y regularizar los excesos de mortero con un cepillo de hierro, antes de que la pasta se endurezca demasiado.


Una vez retirada la capa de tierra vegetal en las zonas destinadas a caminos, y dado que el material seleccionado para pavimentarlos es tipo grava, necesitamos un sistema de contención de la grava para que no se mezcle con el césped. Nos decidimos por la madera, dado su bajo precio y su facilidad de colocación. Concretamente usamos tabla de encofrar de pino, que fuimos cortando de manera que se adaptase a la sinuosidad de los bordes del camino.



 Una vez cortadas todas las tablas y presentadas en su posición, colocamos la malla antihierbas. Este tipo de malla permite el paso del agua y los nutrientes hacia las capas inferiores del suelo, pero impiden el nacimiento de hierbas, por lo que son ideales para evitar tareas de mantenimiento posterior.La colocación es muy sencilla, basta tener la precaución de extender con cuidado para no liar el rollo, solapar bandas de unos 15 cm, y procurar siempre hacer los cortes de manera que se aproveche la mayor cantidad de malla posible.


Como forma de sujección provisional para que no la levante el viento, es suficiente colocar unas piedras. Más tarde se unirá al suelo con unas grapas de alambre o tetracero.



En la siguiente foto podemos ver unos tubos colocados para posteriormente pasar la tubería de riego por debajo del camino. En la fase de replanteo hay que prever estos cruces, puesto que una vez colocada la malla, ya no podremos cavar para pasar el tubo. En nuestro caso tuvimos que dejar tubos pasantes en varias zonas del camino, así como en el muro de piedra y en las jardineras, puesto que la tubería de riego por goteo tiene que entrar dentro de estas, y no es cuestión de agujerear la piedra a posteriori. Lo ideal es tener todo previsto según los planos, y dejar unos tubos pasantes enterrados.

Además, con el fin de que durante el resto de ejecución de la obra estos tubos no se tupan, es conveniente taparlos con un trapo o papel, para que no les entre suciedad que después obstaculice el deslizamiento de la tubería.

Aquí podemos ver un detalle de cómo la malla se clava con grapas de alambre rígido al suelo. Se puede utilizar también varillas de tetracero cortadas en forma de "U", aunque en este caso estimamos suficiente este tipo de sujección.


 Por último podemos ver el acabado de la malla una vez colocada



El siguiente paso será la instalación de la tubería de riego, que os mostraremos en la próxima entrada del blog.

¡¡Gracias por seguirnos!!